Polen UAL

1. Sistema de Información sobre Alérgenos Aéreos

Polen UAL es una iniciativa del Centro de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería (CECOUAL) apoyada los Fondos FEDER con el proyecto de I+D+i «POLEN-AL» en el marco del Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020, el Vicerrectorado de Deportes, Sostenibilidad y Universidad Saludable y el Vicerrectorado de Investigación e Innovación.

Integra un sistema de captación, registro y cuantificación de los pólenes presentes en la atmósfera de la UAL, mediante el análisis de laboratorio de las muestras obtenidas a partir de un captador volumétrico tipo Hirst situado en la misma Universidad, y un sistema de información actualizada sobre la incidencia de los pólenes alergógenos en la UAL que se puede consultar en esta página web.

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2. Niveles de polen semanales

En la práctica, se establecen cuatro categorías polínicas o grupos que permiten clasificar la concentración de polen necesaria para que un porcentaje de la población sensible desarrolle síntomas alérgicos. A su vez, cada uno de los grupos se subdividen en cuatro subcategorías: nivel nulo, bajo, moderado o alto, según el impacto medio que pueden tener sobre la salud esos umbrales de concentración.

Para definir las categorías se tienen en cuenta tres factores: la estrategia de polinización (anemófila o entomófila), el Índice Polínico Anual y la capacidad alergógena de cada especie.

Leyenda de valores (niveles expresados en granos polen/m3 de aire)

 

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3. Histórico semanal

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4. Pólenes alergógenos en Almería

 Para el desarrollo del sistema de información se incluyen los taxones más comunes y que producen más polinosis en nuestra región: abedul (Betula sp.), álamo (Populus sp.), aliso (Alnus sp.), amarantáceas (Amaranthaceae), Artemisia sp., castaño (Castanea sp.), Casuarina sp., ciperáceas (Ciperaceae), cupresáceas (Cupressaceae), fresno (Fraxinus sp.), gramíneas (Poaceae), llantén (Plantago sp.), Mercurialis sp., mirtáceas (Myrtaceae), Morus sp., olivo (Olea europea), olmo (Ulmus sp.), palmáceas (Arecaceae), pino (Pinus sp.), plátano de sombra (Platunus × hispánica), Quercus sp., Rumex sp., taray (Tamarix sp.) y urticáceas (Urticaceae).

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5. Interpretación de recuentos

La monitorización polínica puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas, aunque es indispensable el seguimiento realizado por un profesional médico que valore el historial y la sintomatología. Esta información debe ser complementada teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

  • La gravedad de la enfermedad varía mucho de un paciente a otro.
  • Las concentraciones puede que no sean lo suficientemente altas como para producir síntomas. En el caso contrario, puede que esas concentraciones bajas para un paciente en concreto sí sean altas si es muy alérgico a esos pólenes. Cada paciente debe conocer cuál es su umbral de reactivación, es decir, qué concentración de polen es el punto de corte a partir del cual comienza a presentar sintomatología y, por tanto, extremar las precauciones para evitarla.
  • Los pólenes al impactar en la mucosa nasal inducen una respuesta inflamatoria, haciendo que ésta cada vez responda a ellos con más virulencia. Esto se conoce como efecto priming, por ello, aunque las concentraciones de un tipo polínico sean bajas pueden seguir produciendo síntomas importantes ya que las vías aéreas siguen inflamadas por la exposición de los días anteriores.
  • No solo los granos de polen completo producen polinosis, las partículas submicrónicas que se desprenden de los granos de polen pueden contribuir a los síntomas alérgicos.
  • La mayoría de los pacientes no son monosensibles a un único tipo polínico, suelen presentar diferentes sensibilizaciones a pólenes de especies que florecen simultáneamente.
  • Las concentraciones polínicas dependen de la localización y la altura del captador de polen, por lo que varían de una localidad a otra.
  • Muchas tareas aumentan la exposición individual, como las actividades al aire libre, cortar el césped en el caso de alérgicos a las gramíneas, desplazarse en bicicleta…

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6. Alergia y polinosis

Qué es la Aerobiología

La Aerobiología es una disciplina científica de la rama de conocimiento de la Biología que se centra en el estudio de partículas de origen orgánico (fragmentos de estructura microbiológica, sustancias derivadas de la actividad biológica y microorganismos viables o inviables capaces o incapaces de reproducirse) que son aerotransportadas de forma pasiva.

Importancia actual de las enfermedades alérgicas

En las últimas décadas, la Aerobiología ha cobrado especial relevancia debido al rol principal que ha desempeñado en el estudio de las enfermedades alérgicas, dado que el polen es uno de los factores más importantes que ocasionan problemas alérgicos en los seres humanos.

Además, estas enfermedades y trastornos asociados a la alergia al polen o polinosis tienen una gran prevalencia en la población general y su incidencia ha aumentado de forma considerable tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.

Según la OMS, el 30% de la población mundial sufre algún tipo de alergia y, a nivel europeo, la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI) estima que la padece el 24%. Estos datos se encuentran en línea con las estimaciones para Europa realizadas por estudios científicos, los cuales señalan que entre el 20% y el 40% de la población sufre de alergia inducida por polen.

En Europa entre el 20% y el 40% de la población sufre de alergia inducida por polen.

La presencia de polen en la atmósfera es el resultado de procesos aerobiológicos complejos en los que median la emisión, dispersión, transporte y deposición de polen y está asociada a factores climáticos de carácter igualmente complejo. Cualquier cambio en una de estas variables puede afectar a los parámetros principales de la temporada polínica, por lo que la monitorización del polen aéreo se ha convertido en una aplicación indispensable para mostrar la dinámica anual de los diferentes tipos polínicos. Esta monitorización puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas, permitiendo un abordaje integral para el tratamiento de las polinosis, para determinar correlaciones de síntomas, seleccionar kits de diagnóstico adecuados y con fines de control y prevención para el seguimiento de personas alérgicas.

La monitorización del polen aéreo puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas.

El cambio climático y su alteración en los patrones climáticos y estacionales modifican los procesos aerobiológicos, y, por tanto, afectan a la distribución espacial y al comportamiento de las plantas bajo diferentes condiciones medioambientales modificando su ciclo vital y, por tanto, la época de floración y producción de polen.

Todas estas alteraciones que supone el cambio climático pueden afectar al rango de especies alergógenas, favoreciéndolas, pero, también cambiando su distribución debido a los fenómenos meteorológicos extremos que modifiquen la temperatura, las precipitaciones y la disponibilidad de agua. En la región mediterránea, ya se han producido este tipo de eventos que están conduciendo a una desertización progresiva en las últimas décadas, lo que propicia la extensión de algunos taxones oportunistas que colonizan nuevos territorios, principalmente ambientes urbanos y periurbanos alterados, y que son una de las principales fuentes de alergia estacional en los climas templados y secos.

Alergia estacional, ¿qué es el polen?

Conocemos como polinosis, o alergia al polen, a la sintomatología causada por la sensibilización clínica a los alérgenos presentes en los pólenes. Los síntomas pueden aparecer a cualquier edad, aunque el inicio acostumbra a producirse durante la infancia y la adolescencia. La sintomatología suele mantenerse en el tiempo e incluso a agravarse desarrollando asma bronquial (entre un 30-60% de los pacientes puede terminar desarrollando esta sintomatología).

La polinosis es la sintomatología causada por la sensibilización clínica a los alérgenos presentes en los pólenes.

Los pólenes son granos de un tamaño muy pequeño, la mayoría entre 20 y 40 micras (más pequeños que la punta de un alfiler), contenidos en los órganos masculinos de la flor, los sacos polínicos de las anteras situados al final de los estambres, y que llevan en su interior un gametófito masculino. Su función es el transporte de dichas células hasta el órgano femenino de la flor de otro individuo (una planta diferente) para producir la fecundación y así asegurar la supervivencia de las especies vegetales y de su material genético. No todas las plantas florecen y polinizan al mismo tiempo, aunque la mayoría lo hacen por primera vez en primavera, también existen otras que florecen en la temporada de verano u otoño. Por ello, los niveles de polen de cada especie varían a lo largo del año y están intrínsecamente relacionados con las variables meteorológicas, alcanzando sus máximos en periodos determinados y más o menos tipificados para una región. Por este motivo, diferentes pacientes con polinosis no presentan sintomatología los mismos meses del año.

Los niveles de polen de cada especie varían a lo largo del año, por ello, diferentes pacientes con polinosis no presentan sintomatología los mismos meses del año.

Los factores que se barajan para el aumento de la incidencia de las enfermedades alérgicas son la falta de exposición a gérmenes durante los primeros años de vida (hipótesis de la higiene de David Strachan de 1989), que impedirían al sistema inmune adaptarse y, por tanto, reaccionaría desmesuradamente a sustancias inocuas para el ser humano (por ejemplo, el polen), y la contaminación atmosférica, que propicia el recubrimiento de los pólenes de polución que puede inducir una respuesta alérgica amplificada. Pero, además de estos factores ambientales, el factor genético es decisivo para desarrollar la enfermedad.

La hipótesis de la higiene y la contaminación atmosférica se postulan como los factores ambientales que pueden contribuir al aumento de la incidencia de las alergias.

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7. Medidas preventivas y de mitigación para alérgicos

Algunas de las medidas de recomendación para la mitigación de los efectos producidos por las polinosis son las siguientes:

1 │ Conocer los pólenes a los que cada persona es alérgica y su época de aparición en el aire.

2 │ Evitar entrar en contacto con el polen y a reconocer las plantas que lo producen.

3 │ Seguir la medicación según las pautas prescritas por el médico.

4 │ Viajar en coche con las ventanillas cerradas y evitar, si es posible, desplazamientos en moto o bicicleta.

5 │ Activar medidas preventivas especialmente los días de viento suave o moderado (habituales en Almería), secos y soleados y los momentos previos a las tormentas, por ser éstos son los peores por su mayor concentración de polen, permaneciendo en casa.

6 │ Mantener las puertas y ventanas de su casa cerradas la mayor parte del día y ventilar diez minutos a primera hora de la mañana.

7 │ En los domicilios, hacer uso del aspirador con filtros y bayetas húmedas para limpiar el polvo en lugar de barrer.

8 │ Emplear filtros de polen en el aire acondicionado de viviendas y vehículos.

9 │ Proteger los ojos del contacto directo con el aire mediante el uso de gafas de sol para evitar las irritaciones oculares producidas por la entrada de polen en los ojos.

10 │ Evitar las actividades al aire libre en campo, parques y jardines durante la estación polínica principal, así como permanecer en casa los días de mayor concentración de pólenes.

11 │ Lavar con abundante agua los ojos para aliviar los síntomas de la conjuntivitis producida por la alergia.

12 │ Lavarse el cabello por la noche para eliminar del polen acumulado durante el día.

13 │ Secar la ropa en tendederos dentro de la casa o en secadora para evitar la acumulación de polen que se produce al secarla en el exterior.

14 │ No cortar el césped ni acercarse cuando esté recién cortado ya que produce el movimiento del polen, en el caso de alérgicos a las gramíneas.

 

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8. Más información

Alba-Sánchez, F., Sabariego-Ruiz, S., Díaz de la Guardia, C., Nieto-Lugilde, D., De Linares, C. (2010). Aerobiological behaviour of six anemophilous taxa in semi-arid environments of southern Europe (Almería, SE Spain). Journal of Arid Environments, 74 (11), pp. 1381-1391.

Bonofiglio, T., Orlandi, F., Ruga, L., Romano, B., Fornaciari, M. (2013). Climate change impact on the olive pollen season in Mediterranean areas of Italy: Air quality in late spring from an allergenic point of view. Environmental Monitoring and Assessment, 185 (1), pp. 877-890.

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Cecchi, L. (2013). From pollen count to pollen potency: The molecular era of aerobiology. European Respiratory Journal, 42 (4), pp. 898-900.

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Mandrioli, P. (1998). Basic aerobiology. Aerobiologia, 14 (2-3), pp. 89-94.

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