En un mundo cada vez más urbanizado las ciudades deben ser más saludables, más amables y ofrecer mayor calidad de vida a sus ciudadanos. Junto a nosotros viven gran cantidad de especies que son centinelas del estado ambiental de nuestros pueblos y ciudades.
Una rica biodiversidad en nuestros núcleos urbanos implica:
Mejorar la calidad de vida
La biodiversidad aporta servicios ambientales o ecosistémicos también en las ciudades, por ejemplo las arboledas urbanas ayudan a amortiguar la temperatura y los ruidos, limpian el aire de perjudiciales partículas en suspensión, reducen la escorrentía superficial y contribuyen a fijar el CO2 .Pero además, numerosos estudios científicos señalan que un mayor contacto con la biodiversidad contribuye a mejorar la salud física y mental de la población urbana, incluso los escolares mejoran su capacidad de concentración y sus resultados académicos ante la presencia de elementos naturales
Beneficiar al conjunto de la biodiversidad
Desde una óptica estrictamente conservacionista, integrar la conservación de la biodiversidad en la planificación y gestión de nuestras ciudades ayudará a retener en la trama urbana, al menos, a una parte de las comunidades biológicas presentes en la zona, y por tanto a reducir el impacto sobre la biodiversidad de la expansión urbanística. La idea es que el crecimiento de nuestras ciudades no conlleve necesariamente la extinción local de la mayor parte de las especies de flora y fauna silvestre del territorio.
Reconectar a la población urbana con la naturaleza
Un grave problema de base, ya que numerosos estudios coinciden en señalar que las personas más preocupadas por la pérdida de la biodiversidad son aquellas que han tenido un mayor contacto con la naturaleza a lo largo de su vida, y de ahí la urgencia y la necesidad de reconectar a la población urbana con la biodiversidad, de diseñar entornos urbanos que faciliten el contacto con la naturaleza.
Extraido del libro: Fernández Calvo, I. C. (2019) 100 medidas para la conservación de la biodiversidad en entornos urbanos. SEO/BirdLife, Madrid.