Nuevos avances en el estudio de las costras biológicas del suelo
J.R. Román
Nuevos avances en el estudio de las costras biológicas del suelo y en su aplicación para recuperar zonas degradadas de ecosistemas áridos
Los ecosistemas áridos y semiáridos representan el 41% de la superficie terrestre y se espera que aumenten su extensión como consecuencia del cambio climático. En este tipo de ecosistemas el agua es el principal recurso limitante, por lo que presentan una cubierta vegetal escasa y generalmente agrupada en pequeñas manchas compuestas por arbustos de bajo porte que están rodeados por zonas aparentemente desprovistas de vida. Bajo estas condiciones, otros componentes del ecosistema, a menudo no percibidos por la sociedad, cobran importancia. Este es el caso de las costras biológicas del suelo o biocostras. Las costras biológicas del suelo ocupan aproximadamente un 11% de la superficie del planeta y están compuestas por asociaciones entre organismos fotosintéticos como cianobacterias, líquenes o musgos, partículas del suelo y otros microrganismos heterótrofos. Estas comunidades bióticas casi desconocidas son capaces de sobrevivir bajo condiciones de extrema aridez y temperatura, aumentando la resistencia del suelo frente a la acción erosiva del agua y del viento, evitando la perdida de suelo y modelando de esta forma el paisaje a la vez que permiten su colonización por plantas vasculares. Investigadores de la Universidad de Almería y CECOUAL han conseguido ahora estimar a través de técnicas de teledetección el contenido en clorofila de distintos tipos de costras biológicas de diferentes ecosistemas de la provincia de Almería. De esta forma, los investigadores han demostrado que a través del análisis de la reflectancia generada por las biocostras se puede estimar de forma fiable y no destructiva el contenido en clorofila de estas, tal y como actualmente se lleva en cabo en plantas. El estudio, que se encuentra publicado en la revista Remote Sensing, abre un gran abanico de posibilidades para el estudio a escala local y regional de la dinámica de las biocostras frente al cambio climático y a las alteraciones derivadas de las acciones del hombre. El estudio se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.mdpi.com/2072-4292/11/11/1350
Por otro lado, en ecosistemas áridos las experiencias de restauración a menudo suponen un alto coste y baja efectividad debido a las fuertes limitaciones impuestas por el medio, por lo que en los últimos años se han potenciado la búsqueda de técnicas de rehabilitación más económicas y eficientes. Recientemente han surgido alternativas a los métodos de restauración tradicionales, como la nueva apuesta por el uso de organismos fotosintéticos que forman parte de las biocostras como son las cianobacterias, las cuales son capaces de sobrevivir en condiciones extremas y en zonas áridas logran coberturas muy altas. Las cianobacterias pueden ser aisladas del suelo, cultivadas en biorreactores a gran escala y volver a ser inoculadas en sus suelos de origen, generando una biocostra artificial que mejora las propiedades del suelo. En otro artículo recientemente publicado por la revista Journal of Applied Phycology el grupo, en colaboración con la Estación Experimental Cajamar y el grupo de Biotecnología de Microalgas Marinas de la Universidad de Almería, ha conseguido optimizar la producción de cianobacterias mediante el uso de fertilizantes agrícolas, con lo que se reduce notablemente el coste de producción sin afectar a la calidad del inóculo. De esta forma, la optimización del cultivo permitirá afrontar proyectos de restauración a gran escala reduciendo el coste por hectárea en hasta 295€. El estudio se puede encontrar en el siguiente enlace: https://link.springer.com/article/10.1007/s10811-019-1749-6