Las principales universidades del mundo (Alberta, Arizona, Berlin, Bonn, Cambridge, Coimbra, Harvard, Missouri, Montreal, Oporto, Oxford, Washington State, para más información véase Holmgren, P.K. y N. H. Holmgren, 1998) cuentan con herbarios de relevancia internacional, algo similar a lo que ocurre en nuestro país, donde las universidades con mayor tradición y experiencia (e.g. Universidad Complutense de Madrid, Univ. de Barcelona, Salamanca, Sevilla, Granada, Málaga…) disponen de prestigiosos herbarios, que son auténticos centros de referencia para investigadores de todo el mundo.
De hecho, los herbarios constituyen colecciones de material natural que permiten acumular gran parte del saber y la información relativa a la naturaleza, fundamentalmente desde la época de la Ilustración (s. XVIII). Inicialmente nacieron como lugares de almacenaje y conservación de especímenes, con el fin prioritario de la correcta identificación y clasificación de un mundo vegetal aún desconocido en su mayor parte. Hoy día su función se ha ampliado, de forma que son muchas las investigaciones que requieren la revisión e inclusión de pliegos testigo en herbarios. Esta utilidad no sólo es indispensable para la investigación taxonómica, sino que los trabajos de mejora genética, inventario de la biodiversidad agrícola, invasión de especies exóticas, fitopatología, o aislamiento y síntesis de compuestos químicos orgánicos, exigen en muchos casos almacenar en condiciones óptimas el material vegetal de referencia sobre el que se ha realizado el estudio. El material de herbario ha permitido incluso, llegar a importantes conclusiones en relación con el impacto del cambio global sobre el planeta en los últimos siglos (Peñuelas & Matamala, 1990).
Por otro lado, los herbarios son colecciones vivas (en el sentido de que “crecen y se mueven constantemente”) que albergan los modelos y referencias de toda la diversidad vegetal descrita y conocida hasta el momento. Es imposible hacer cualquier investigación sobre la biodiversidad de nuestro entorno (catálogos, floras, monografías, artículos de investigación en ecología, bioquímica, genética, etc) sin contar con el material que albergan.
Un interesante rol que poseen los herbarios hoy día es el de la educación en la conservación de los recursos vegetales. Las visitas guiadas a estos establecimientos y las jornadas de puertas abiertas, o la participación activa en la Semana de la Ciencia, en donde se explica a los diferentes sectores de la sociedad lo que representan, su función y el valor del material que se conserva en el interior, juegan un importante papel en la concienciación social por el respeto al mundo vegetal y a la naturaleza en su globalidad. De esta forma, también se abre la Universidad a la sociedad almeriense, entrando en contacto con ella y mostrándole parte de su labor en la difícil tarea de la conservación de la biodiversidad.